TRANSAMÉRICA

Ya estoy bien! por fin se fueron las aftas.

Mientras estuve enferma aproveché de ver varias películas en DVD y una que me llamó mucho la atencion fue TRANSAMÉRICA del director Duncan Tucker.

Tucker escribió el guión cuando se enteró que una de sus amigas le confesó que era transexual. El director señala que jamás se imaginó que su amiga no era biológicamente una mujer y que pese a los maltratos y el dolor padecido le impactó su valentía y buen humor.

Precisamente Transamérica es un drama matizado de humor, una cinta resilente armada en forma inteligente como road movie y actuada espectacularmente por Felicity Huffman, una de las Desperate housewives.

La historia se centra en el momento en que Bree (Felicity Huffman) una transexual cuidadosa y exageradamente femenina, desde un punto de vista políticamente correcto, se prepara para su operación final de cambio de sexo y recibe una llamada de Toby, preguntando por Stanley su identidad masculina, de quien es su supuesto hijo, fruto de su única relación sexual como hombre con una compañera de universidad. La terapeuta que debe firmar la autorización para el procedimiento insiste en que Bree debe averiguar la situación como una forma de enfrentarse a su pasado antes de convertirse biológicamente en una mujer.

Entonces Bree parte a Nueva York haciéndose pasar por una misionera religiosa para pagar la fianza de Toby por tráfico de drogas, quien se dedica a la prostitución y su único sueño es triunfar como actor porno en Los Angeles. Penosamente, descubre que efectivamente el muchacho es su hijo y que la madre ha muerto y a partir de ese momento Toby se convierte en un obstáculo para la operación y como Bree sólo quiere deshacerse de él, comienzan un viaje para ir a dejarlo con su padrastro. Sin embargo, en aquél peregrinaje ambos comienzan a conocerse y a quererse descubriendo poco a poco las mentiras con que ambos han cimentado sus vidas y comenzando por fin a aceptarse.

Transamérica es como subirse a una montaña rusa. Una película inquietante, incómoda y divertida sobre la aceptación individual, la mentira, las relaciones entre padres e hijos y por encima de todo, sobre el amor fraterno que más allá de las expectativas y las familias locas o diferentes se hace necesario y prevalece siempre cuando se necesita progresar como personas.

Cuando era chica acompañaba a mi mamá a una peluquería que era propiedad de un matrimonio, compuesto por una transexual. Para mí siempre fue la tía amorosa con voz ronca y nunca fue algo extraño. Era un ser humano encantador y supe que junto a su marido adoptaron incluso hijos. Me asquea la gente que ve a los homosexuales, travestis, transexuales y transformistas como bichos raros, sólo porque se alejan de lo políticamente correcto. De hecho, después de ver Transamérica y Walk the line tengo absolutamente claro que le robaron el Oscar a Felicity Huffman por mejor interpretación femenina para privilegiar un papel más correcto, pero de actuación anodina por parte de Reese Witherspoon.

Desde mi perspectiva los auténticos bichos raros son aquellos que ocultan su verdadero carácter tras una fachada circunspecta que no aquieta a nadie, los de personalidad transexual que lamentablemente abundan por las calles de este país.

burtonbk