DE FRENTE

Ayer salí a un happy hour con unos amigos que no veía hace rato y fuimos un bar de Manuel Montt, al principio todo bien, buena conversa, puchos bien fumados y ambiente agradable, pero en la medida que se fue llenando el local el ambiente se hizo insoportable y nada menos que por el humo.

Quien iba a decirlo, yo la fumadora empedernida apestada por el humo de mi buen amigo el puchito, pero sin alharaquear toda mi mesa tenía los ojos rojos, el lugar parecía Londres y terminamos lagrimeando sin pena alguna. Le pedimos al tipo que nos atendía que prendiera el extractor y nos señaló que estaba malo y allí comprendí que cuando se ponga en práctica la nueva ley del tabaco va quedar más la cagá de lo que pensaba.

A mí la famosa ley me enerva, porque si bien se supone que fue pensada en proteger los derechos de los no fumadores (QUE SIN LUGAR A DUDA LOS TIENEN) y en disuadir a los que fuman de que no lo hagan (QUE TAMBIÉN TENEMOS DERECHO A HACERLO) creo que está mal hecha, pues históricamente está comprobado que no se consigue mucho prohibiendo, ya que la mayoría de los que fumamos lo hacemos muy conscientes de los riesgos y probablemente los que lo hacen por choreza y no placer, muy por el contrario de dejarlo van a aumentar el consumo sólo porque ahora que tiene más restricciones se vuelve más atractivo. En cuanto a nuestra aislación como parte de las medidas disuasivas, ¡para qué hablar!

Por ejemplo, si los locales con una superficie igual o inferior a 100 metros que van a poder optar por ser un lugar para fumadores no cuentan con un buen diseño o un sistema de extratores de aire, simplemente el ambiente va a ser invivible, porque la ley no los obliga a contar con este sistema(1) y como los locales con superficie mayor a los 100 metros nos van a tener encerrados en lugares herméticos que representen menos del 60% del sitio, como bichos raros en una pecera a exposición de los "sanos", gran parte de los viciosos nos vamos a ir a encerrar a lugares para fumadores a fin de no sentirnos en una suerte de ghetto y aseguro que por mucho amor al pucho que tengamos si esos locales no tienen una buena ventilación, los fumadores nos veremos obligados a dejar de fumar o a hacerlo sólo en nuestras casas.

¿Es eso disuasión o represión disfrazada? para mi gusto obviamente represión de la más vil y cobarde, repleta de hipocresía. Si me van a prohibir algo mínimo que lo hagan de frente!!

burtonbk

(1) La ley sólo obliga a los lugares de más de 100 metros cuadrados a contar con sistemas de ventilación y extractores de aire, en las peceras herméticas, para el resto la medida es optativa. ¿No se supone que la famosa ley cuidaría la salud de TODOS los chilenos? JA