Tal como he mencionado con anterioridad, amo el cine y desde hace mucho tiempo andaba buscando ver "M, el vampiro de Dusseldorf" de Fritz Lang, por eso me emocioné hasta decir basta, cuando recibí el mail de la Cata, contándome que la había encontrado, en DVD y más encima barata.
Corrí a comprarla y ayer la ví. Para ser franca no era lo que yo esperaba... Si bien es una buena película, como mayoritariamente todo el trabajo de Lang, había leído tanto sobre el caso real en el que se basó -el asesino en serie Peter Kürten- que me esperaba una cinta muy oscura, pero me encontré con un film irónico, que no se parece nada a los sucesos verídicos, sino más bien versa sobre la hipocresía y la moral humana.
Insisto la película es buena, tiene una fotografía memorable, hay actuaciones y diálogos simplemente notables, pero no era lo que yo esperaba encontrar. Por eso, para sacarme la decepción de encima, he decidido contar la historia de Peter Kürten, un moustruo verdadero.
EL VERDADERO VAMPIRO DE DUSSELDORF
Peter Kurten nació el 26 de mayo de 1883 en Mulheim, Alemania y provenía de un hogar violento y pobre con un padre alcohólico que violaba reiteradamente frente a los ojos de un pequeño Peter, tanto a su madre como a sus hermanas.
Tras los castigos diarios del progenitor, Kürten huye en reiteradas ocasiones del hogar, cometiendo su primer delito a los cinco años, cuando ahogó a dos niños de su misma edad. En sus huidas comienza a robar para comer y a los nueve años conoce a un drogadicto con el cual comparte vivienda. Éste resultó ser un degenerado que le enseña a tener relaciones sexuales con perros y torturar animales. El aplicado aprendiz comienza entonces a incursionar en la zoofilia, violando ovejas y cabras, con las cuales descubre que su placer se acrecienta si en el momento de la vejación, degolla a los animales. Su exitación por entonces llega al máximo cuando escucha y siente como las gotas de sangre de los animales le tocan las manos.
A sus 16 años, su familia se traslada a Dusseldorf, donde Peter goza cometiendo robos, piromanía, violaciones, malversación de fondos y deserción del servicio militar, los cuales fueron motivos suficientes para que pasara algún tiempo en la cárcel.
Así Peter Kürten entre salidas y entradas a a prisión suma 24 años y por esa época comienza a convivir con una prostituta masoquista, mucho mayor que él, donde desencadena toda su perversidad con los humanos. En 1913 se inicia su carrera de pedófilo, asesinando a Christine Klein, una niña de 8 años. Kürten mismo narró así la historia, "Entré en una casa en el Wolfstrasse, cuyo inquilino era de apellido Klein, fui hasta la primera planta. Abrí varias puertas y no encontré nada digno de robar; pero en la cama vi a una muchacha durmiendo de aproximadamente 10 años, cubierta con una cobija gruesa de plumas. Entonces la agarré por el cuello y con ambas manos la ahorqué. La niña luchó unos momentos antes de quedar inconsciente, entonces la llevé a la orilla de la cama y penetré sus órganos genitales con mis dedos. Tenía un pequeño cuchillo de bolsillo con el cual corté su garganta y oí con placer los chorros y el goteo de la sangre en la estera al lado de la cama. Salió a borbotones en un arco, La cosa entera duró cerca de tres minutos. Entonces salí, cerré la puerta otra vez y regrese a mi casa en Düsseldorf ".
El cadáver de la niña estaba pálido y su lengua había sido mordida salvajemente. En la garganta había dos heridas separadas. Kürtenb distraídamente dejó un pañuelo con sus inicialews, pero como el padre de la víctima Otto Klein, había tenido una fuerte discusión con su hermano Peter, la policía pensó que el asesinato había sido una venganza. Sin embargo, el jurado lo absolvió por falta de pruebas. En tanto Kürten, se paseaba por las proximidades del lugar de los hechos, escuchando con agrado como la gente hablaban de los detalles del macabro crimen.
Tras este homicidio, al parecer los instintos de Kürten se calmaron por un tiempo, dedicándose a la política y casándose con Frau Kürten, su único y gran amor. Sin embargo su sed de sangre volvió, y la policía de Düsseldorf se enteró, cuando encontraron bajo un árbol el cuerpo de la niña Rosa Ohliger, de 8 años, quien había sido apuñalada 13 veces y habían tratado de quemar su cuerpo con gasolina. Rosa también había sido violada y apuñalada en su vagina y Kürten relató que había tenido una eyaculación del porte de las llamas mientras la rociaba de bencina para quemarla.
Al otro día Kürten apuñaló de muerte a una mujer de apellido Kühn, provocándole 24 heridas y dos días después degolló a un mecánico de 45 años. En ambos casos Kürten volvía al lugar del crímer y conversaba con la policía sobre pistas de los asesinatos.
Meses después Kürten en el suburbio occidental de Lierenfeld, apuñaló a tres personas durante la noche mientras miraban una casa en venta. El 23 de agosto de 1929, durante una feria de diversiones Peter Kürten se encuentra con dos hermanas de 5 y 14 años y convence a la mayor para que le vaya a comprar cigarrillos mientras el "cuida" a la menor, mientras él la estrangukla y degolla lentamente con una hoja de afeitar; cuando aparece la otra hermana, la secuestra, estrangula y la decapita.
En la tarde siguiente, Peter se le acerca una empleada de servicio domestico llamada Gertrude Schulte e intenta persuadirla para tener relaciones sexuales, como la mujer se niega, éste grita "muere" y la apuñala. la mujer sobrevive, pero es incapaz de dar una descripción precisa sobre las características del asaltante.
La policía estaba desesperada, pues no tenía pistas del asesino, pese a la alta recompensa que se ofrecía por él; y para septiembre Kürten ya había matado y violado a dos adolescentes más. Estos ataques fueron seguidos por las muertes a martillazos a dos mujeres durante octubre y en noviembre Kürten envía una carta y poema a los periódicos donde da pistas para encontar el cuerpo de Gertrude Albermann. La policía encontró el cadaver donde el asesino había descrito, entre una masa de ladrillos y de escombros; éste tenía señas de haber sido estrangulado, apuñalado, violado y se había bebido parte de la sangre.
Desde ese momento, queda claro que todos los asesinatos están conectados y Kürten recibe el apodo de "el vampiro" por su obsesión con la sangre de las víctimas ("Hematodipsia" patología compulsiva por consumir sangre -bebiéndola o no- bajo circunstancias sexuales).
Durante 1930, Kürten sigue con su saga de delitos, pero sin consecuencias fatales, hasta que comete su primer error.
El 14 de mayo de 1930 una empleda doméstica llamada María Budlick viaja a la ciudad de Köoln en busca de trabjo, en la estación de Düsseldorf un hombre se acercó y le ofreció indicarle la manera de abordar el transporte. Caminaron por la calles por un momento, pero cuando comenzó a conducirla hacia un parque, la mujer recuerda repentinamente los artículos periodísticos del asesino y lo rechaza para evitar problemas. El hombre insiste, mientras discutían un segundo hombre apareció y le ofrece ayuda a María. Ese hombre era Kürten... la mujer se marcho con el recien llegado y el otro hombre se perdió en la estación del ferrocarril. Kürten, caminó con ell a su departamento en Mettmanner Strasse, cuando la mujer le dijo que no quería tener sexo con él, se trasladaron a las bodegas de madera de Grafenberger y la violó; dejó el cuerpo moribundo de Budlick, sin pensar que la víctima no sólo recordó la dirección de su hogar, sino que también escribió una carta contando lo sucedido, que por error llegó a otra dirección y al ser devuelta a correos, cae en manos de la policía.
Ante el terror que su esposa se enterara de lo sucecido (la violación y la infidelidad), Kürten prefiere contarle los hechos, pero ante los afligidos lamentos de su mujer, por las carencias económicas que tendría tras su prisión, de a lo menos 15 años, Peter decide confesarle que es el Vampiro y recomendarle que lo denuncie para que pueda hacer uso de la recompensa.
El 24 de mayo de 1930, la esposa de Kürten lo denuncia y la policía finalmente detiene al vampiro. El hombre sonrió y no ofreció ninguna resistencia, señalando, "No hay necesidad de estar asustados".
Una vez bajo detencion, Kürten entabla amistad con el psicólogo alemán, Karl Berg, quien luego escribe un libro con el perfil psicológico del asesino. El vampiro le relató a Berg 79 crímenes con lujo de detalle, disfrutando de las caras de espanto que ponía la persona que taquigrafiaba y señalando el placer que le provocaba el canibalismo, mutilación y el hecho de beber sangre de animales y humanos; nunca se arrepintió de nada y sólo lo conflictuaba la suerte de su esposa, a quien dijo que nunca había amado de modo sensual, sino que se había enamorado de su fino carácter.
Como no habían suficientes evidencias, el 13 de abril de 1931, Kürten es enjuiciado por sólo 9 asesinatos, encerrado en una jaula especial para la sala, previendo el escape del vampiro. Tras la jaula se exhibían, algunos cráneos de las víctimas, cuchillos, cuerdas, tijeras y otras "herramientas de Kürten", las que contrastaban con la elegancia y la imagen cuidada de Kürten, quien incluso usaba polvos en la cara. Kúrten negó los sucesos que había contado a Berg, tratando de parecer loco y durante ese tiempo el vampiro escribió cartas a los padres de sus víctimas indicándoles que él necesitaba de la sangre como un alcohólico del vino. Sin embargo, dos meses después admitió su culpabilidad y en tan sólo una hora y media fue sentenciado a morir en la guillotina.
Kurten fue guillotinado el 2 de julio de 1931 en la prisión de Klingelputz. Antes de morir le dijo al psiquiatra de la prisión: "
Dime, una vez que me corten la cabeza, ¿seré capaz de oir, al menos por un momento, el sonido de mi propia sangre saliendo de mi cuello? Ese sería el placer para acabar con todos los placeres".
El mismo año que el vampiro Kürten murió en la guillotina, el director alemán Fritz Lang llevó al cine la historia y su papel fue encarnado por Peter Lorre. Hasta el día de hoy Peter Kürten es considerado uno de los mayores mounstruos de la humanidad.
burtonbk