SUGESTIÓN

Mi mamá y mi abuelita son superticiosas y si bien no comparto muchas de estas creencias, igual soy una tipa sugestionable. Por ejemplo no tengo cosas de yeso en mi casa ni paso debajo de las escaleras. El asunto es un cacho pues muchas veces quedas con una sensación rara que te va a venir la mala suerte, si no haces las mil y un tonteras para evitar lo que las superticiones dicen. Sin embargo, lo que más me ha sugestionado en mi vida fue la maldición que me lanzó el cura que me casó, si no iba rigurosamente a misa los domingos.

Soy católica, pero la verdad no tenía un cura cercano en la actualidad y los que lo fueron en su momento estaban retirados, por tanto no tenía quien me casara; una conocida me recomendó a un cura, que se suponía era muy buena onda, pues pertenecía a la pastoral juvenil y acepté. Hablamos por teléfono y lo invitamos a cenar, el tipo se mostró abierto y muy simpático y quedamos de juntarnos de nuevo, para esa ocasión nos dejó con la comida preparada y nos pidió que fueramos a su parroquia. Fuimos, elegimos las lecturas y todo bien, hasta que nos preguntó si íbamos a misa todos los domingos. Fui sincera y le dije que no, pero que trataba de ir los jueves, pues tenía más tiempo, se enojó un poco y me dijo que DEBÍA ir los domingos, pues la biblia asi lo indicaba; le señalé respetuosamente que eso era una interpretación y argumenté que incluso la biblia se interpretaba según el modelo del semiótico Greimas, por tanto eso no era tan así. Entonces ví estupefacta como al sacerdote se le inyectaban los ojos de sangre y lanzo su maldición mientras golpeaba furiosamente la mesa "yo les aseguro, que si ustedes no van a misa todos los domingos, este matrimonio se es va a hacer muy difícil, muy cuesta arriba y les va a ir mal"

Con mi marido quedamos blancos y desde ese momento, comenzamos a ir a misas todos los domingos, por miedo a que las palabras del sacerdote se cumplieran. Sí, estabamos tan sugestionados que corríamos a la misa, aunque fuera para recibir la bendición y quedar salvados para la semana. El asunto nos tenía realmente persuadidos y caímos en un estado de sugestión, que nos trajo muchas peleas, cuando alguno de los dos se demoraba y llegabamos cuando la misa ya había concluido.

Cuando pasamos por la crisis matrimonial la sugestión aumentó y muchas veces sentí que estaba siendo víctima de la maldición del cura. Desde que volvimos nos tratamos de tomar el asunto en forma más relajada, pero para ser franca la sugestión aún está. Mis amigos y a quien se lo cuento lo encuentran increíble y mi mejor amiga, hasta escribió un cuento inspirada en la peculiar maldición que me cayó encima (ver La Maldición de los domingos ).

Muchas veces me convenzo que el asunto es tonto y que insisto es pura sugestión, pero me pesa igual y eso me molesta, pues yo no creo en un Dios castigador y me aburre ser esclava de las maldiciones de un cura descriteriado, pero igual voy a misa todos los domingos, por si aca.

¿Y tú eres víctima de alguna sugestión?

burtonbk